El oro líquido de Catí

Si hay un motivo por el que el Alt Maestrat es conocido es la gran calidad de sus aguas minero-medicinales. Viajamos hasta Catí para conocer la Font de L’Avellà. Esta da nombre al Agua de L’Avellà, extraída desde el interior de la tierra y que actualmente podemos encontrar en diferentes establecimientos comerciales y en los mejores restaurantes.

Los orígenes del Agua de L’Avellà se remontan, al menos, varios cientos de años, a la época árabe. ¿Por qué sigue siendo conocida y buscada? Porque gracias a sus características minerales cuenta con propiedades beneficiosas para la piel y el riñón. La comercialización del Agua de L’Avellà comenzó hace casi cien años, en 1928, tras su declaración como agua de utilidad pública. Los primeros pasos de la empresa embotelladora fueron manuales y siguiendo técnicas puramente tradicionales: se transportaba en burros y machos desde el manantial hasta las casas de los consumidores. Tras la construcción de la carretera y el túnel de l’Avellà en 1953, el acceso al Balneario de l’Avellà, lugar en el que se encuentran la Font y el manantial, se hizo posible en vehículo.

El primer depósito de envasado de agua se construyó a la izquierda del portal de entrada a la plazoleta. Se trataba de un pequeño espacio entre la Casa de Baños, la Ermita y diferentes edificaciones del paraje de l’Avellà. En 1973 se inauguró la primera planta embotelladora de dimensiones importantes, dedicada a envasar en vidrio, lo cual requería grandes cuidados de desinfección. Años después, la planta se transformó al envasado plástico, debido a su facilidad de transporte, limpieza y utilización. La planta de 1973 se convirtió en la que observamos hoy en día, más grande y adaptada, en 1981. Asimismo, actualmente podemos visitar un Centro de Interpretación del Agua de Catí en la misma planta de la embotelladora.

Actualmente podemos adquirir el Agua de l’Avellà en los envases más comunes y consumibles. Las botellas de plástico se realizan en formatos de 0’5 litros, 1’5 litros y 5 litros. Asimismo, este envasado cumple con todas las exigencias fisicoquímicas y microbiológicas exigidas y están hechos de material ecológico, a favor del reciclaje y el medio ambiente.

En cualquier visita al Alt Maestrat y, sobre todo, a Catí, no podemos perder la oportunidad de visitar el entorno único de l’Avellà y degustar sus aguas. Nadie podría decir si la leyenda es cierta y la Virgen, conocida en Catí como Mare de Déu de l’Avellà, se apareció en esta zona a una señora ciega y leprosa de edad avanzada y le contó que lavándose con el agua del manantial recuperaría la vista y la salud, pero lo cierto es que sus aguas son sabrosas y llenas de propiedades únicas para la salud.