Escondido entre dos valles se encuentra el municipio de Catí, donde la pujanza, que le otorgó el comercio de la lana y la ganadería durante la Edad Media, ha dejado buena muestra de la arquitectura de la época en su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico Artístico , así como Bien de Interés Cultural. Una gran riqueza patrimonial y monumental sorprende al viajero en esta villa.
Los numerosos escudos y emblemas nobiliarios adornan los edificios religiosos y las casas señoriales del casco histórico.